El proyecto de iluminación de una vivienda es posiblemente una de las partes más "delicadas" a la hora de tomar decisiones en una reforma. Como sabréis, la combinación ideal a la hora de elegir puntos de luz es aquella que conjuga iluminación directa con iluminación de ambiente.
Consideramos "directa" aquella que viene de puntos de luz en el techo tales como halógenos o "downlights". Los halógenos suelen utilizarse en baños, pasillos, salón e incluso en vestidores y/o dormitorios (en su justa medida). Los downlights son perfectos para cocinas y estudios/oficinas por aquello de que a largo plazo suponen un ahorro energético. Como alternativa, cabe mencionar la iluminación "led" conocida por ser la más respetuosa y comprometida con el consumo eléctrico. Sin embargo a día de hoy, en nuestro país y por mi experiencia, todavía no es fácil encontrar un producto led económico en su compra y que realmente ilumine tanto como un mecanismo más convencional.
¿Y por qué no poner downlights en toda la vivienda si consumen menos que un halógeno? Pues la respuesta es sencilla. La gran diferencia entre uno y otro, dicho de forma común para que me entendáis fácilmente, reside en los "picos". Un halógeno logra un rendimiento pleno en apenas unos segundos desde que se enciende. Un downlight trabaja progresivamente y puede tardar incluso unos minutos en estar al 100% (de ahí que consuma no tan "de sopetón"). Si yo necesito ir al wc y mi visita va a durar entre 2 y 3 minutos (o inluso menos) puede que en el preciso momento en que salga, sea justo cuando el downlight esté al 100%. Sin embargo en una cocina, salvo excepciones, solemos estar largos ratos incluso horas (sobre todo si cocinamos cual Arguiñano o disponemos en ella de un espacio para desayunar/comer/cenar...).
Iluminación "de ambiente" sería aquella que se corresponde con lámparas, ya sea de pie, de mesilla o de techo. De luz más acogedora y cálida, lo ideal es utilizar bombillas de bajo consumo, aunque sólo vayamos a utilizarlas puntualmente.
Si me preguntan cuál es, bajo mi punto de vista, la zona de una vivienda que peor se ilumina en nuestro país diría sin lugar a dudas: los dormitorios.
Creo que no ha habido un sólo asesoramiento DECO que haya hecho a lo largo de mi carrera en el que no me encuentre una habitación con un único punto de luz central que no sirve para nada y que además "rompe" la perspectiva.
Esto, sumado a la triste costumbre que tenemos de poner "lamparitas de mesilla", acaba convirtiendo cualquier bonito dormitorio, en un espacio con un toque "antiguo". Y digo triste porque no es fácil encontrar lámparas de lectura que no impliquen un pie "torneado" y una pantalla "estilo remordimiento". Que sí, hay modelos de súper diseño dignos de exposición u hotel de 5* pero... ¿y a la hora de pasar por caja? ¿está nuestra economía dispuesta a gastar entre 300 y 400 € por una pareja de lámparas de mesilla "in"?
Es por eso que a menudo intento convencer a mis clientes de una de las formas más bonitas y sencillas que creo que funcionan realmente bien: las lámparas de techo colgadas sobre las mesillas.
Antes de continuar, veamos algunas de las decenas de ejemplos que podemos encontrar:
Como veis la solución es bien fácil: acorde con tus gustos y con la estética y decoración de tu dormitorio, eliges un par de lámparas de estilo minimalista, nórdico, romántico, barroco, vintage o retro y las descuelgas en mayor longitud de lo que viene siendo lo habitual. De esta forma, sigues teniendo un punto de luz perfecto para leer o para encender de camino al aseo sin necesidad de encender el resto de luces de la estancia, peeeerooooo, evitando los pies torneados y las pantallas feúnas de toda la vida.
De esta forma, no sólo estarás aprovechando tus puntos de luz al máximo sino que además habrás incorporado un elemento a la decoración que no sólo no "rompe" el conjunto por encontrarse en mitad de "la foto" sino que aporta muchos puntos a la escena final.
Cabecero romántico, papel pintado, nórdico XL y lámparas colgadas... ¡¿quién diría no a este dormitorio?!:
Hermanas Bolena... dedicado a Sandra con mucho amor por todas las veces que abre unos ojos como platos cuando le hablo de mis "inventos"... ¿ves como queda fenomenal, corazón? ¡¡Ayudadme todos a convencerla!! ;)
